Salud mental y Coronavirus: un reto para la PRL

Fatiga pandémica

Que la pandemia ha provocado grandes cambios en nuestra vida social y familiar a estas alturas ya nadie lo discute. Todas estas alteraciones han provocado que nuestro estado de ánimo sufra. Y esto también puede repercutir en nuestro trabajo.

Aunque todavía no hay estudios que lo certifiquen, no cabe duda de que el aislamiento y la incertidumbre están provocando muchas actitudes pesimistas entre los empleados de todo tipo de empresas.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la crisis del coronavirus tendrá un impacto sobre la salud mental de las personas. Es por ello que los servicios de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) de las empresas deben tener en cuenta esta circunstancia y estar alerta.

Ante este nuevo reto, los servicios de prevención de Riesgos Laborales deben disponer de nuevas herramientas o recursos para evitar que la pandemia afecte  al comportamiento y a la productividad. El estrés provocado por tratar de compaginar la vida laboral y personal o la incertidumbre por no saber cuánto terminará esta situación, son algunos de los motivos que pueden provocar que la salud mental de los trabajadores se vea afectada.

Por esta razón, las empresas deben tener recursos para garantizar que los empleados estén seguros, tanto a con relación a los contagios como con relación al apartado psicológico.

Antes de la crisis sanitaria provocada por el COVID, más del 50% de las bajas laborales eran por ansiedad y estrés. Es por ello, que ahora más que nunca se hace imprescindible estar alerta ante los síntomas y signos que se puedan producir entre los empleados que teletrabajan o los que están en su puesto habitual.

Entre los principales síntomas que se han detectado y por los que los servicios de prevención deben estar alerta son:

  • nerviosismo
  • alteración del sueño
  • dolor de cabeza
  • retraso en el comienzo de las tareas
  • o sensación de ahogo sin esfuerzo físico

Síntomas que, en definitiva, merman la capacidad productiva de los empleados y por los que los departamentos de PRL de las empresas deben estar preparados para anticiparlos y contrarrestarlos.